martes, 10 de noviembre de 2015

EL ÚLTIMO VERSO

                                            Amedeo Modigliani, "Nu couché", 1917.


Me recuerdas que existo
al borrar la forma de tu sombra
con mis manos.

Todo puede llegar a sentirse
de un modo indiferente,
el frío impasible bajo los huesos,
la forma en que brota la hierba
tras una noche de escasa lluvia,
tú,
y el saludable hecho de temblar
si el ánimo se entretiene.

Hoy que chirrían los dientes,
intento sin éxito
convencer al mundo
de un propósito extraño.
Cada uno de los espacios
que acompañan mi huida,
desprenden con sumo cuidado
ese olor a brea
tan característico en ti.

Contempla ya de cerca
el inevitable esfuerzo
que me precede,
no soy tan distinto
al loco aquel que entregó su cordura

bajo el sonido del último verso.

Pilar Molina.

jueves, 27 de agosto de 2015

UN HERMOSO VACÍO

                                              Antonio López García, "El teléfono", 1963.


UN HERMOSO VACÍO
                                                                     La aurora nos unió sobre la cama,
                                                                                           las bocas puestas sobre el chorro helado
                                                                                         de una sangre sin fin que se derrama.
                                                                                                   Federico García Lorca.           


Como cuerpos adormecidos
entre glaciares y un cielo lejano,
se fuerza cada mínima sonrisa.

Son héroes borrándose a la sombra
en una misma podredumbre,
en sus ojos
el furor que apenas se nombra,
sobre las manos
aquel veneno dispuesto
en ayuda de tristezas.

Aún se sienten libres
al despertar entre secos zarzales,
repiten palabras cubiertas
de sangre y metal,
ocupando una misma locura
con gusto fúnebre y seco.

Puede que la claridad
sea perezosa,
puede que hasta sus cristales
se empañen de tanta ternura a medias.

Ser maldito no significa nada.
Si algún mínimo encanto
es capaz de seducir
lo que en ellos se recrea,
no han de buscarse excusas.

El amor vuelve a componer
lo que para nadie,

fue ardiente claridad.


Pilar Molina.


Poema finalista en el 1ER. CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESÍA AIRES DE LIBERTAD 2015.



domingo, 2 de agosto de 2015

LLEVA LOS PIES DESNUDOS

                                                     Chagall, "El músico". 1912-1913.



No existe la luz
si no quiero encontrarme.

Recuerdo con cierta frecuencia
cuando solía entrar en mí
para poder recrear
el dulce sabor de victorias perdidas.

Aún es de noche,
lo presiento.

Si quisiera aprender ahora mismo
de la técnica con la que mataba mis sentidos
podría hacerlo sin que temblara el pulso.

Tuve mis brazos a tu servicio,
hubiese destripado a mil vientos
si tu voz ardiera en lo altísimo,
pero es triste el final presagiado
por los de eterna mirada.

Me quedé sin luz en las espaldas,
y solo tú,

sabes el motivo de tal vil desventura.


Pilar Molina.

martes, 14 de julio de 2015

Y SI NO LO SABES

                   Peter Paul Rubens, "La muerte de Adonis", 1614. The Israel Museum, Jerusalem.



Observo al silencio
que todo lo sabe y todo lo ignora.

Me gusta cerrar los ojos
cuando respiras,
escuchar las cosas que no dices
para después,
entretenerme a solas.

Tú mismo me hiciste creer en la palabra,
en el encanto que sin querer encierra,
en aires abiertos,
en este abrazo acostumbrado.

Así como eres,
como estás ahora,
así te quiero,
te quiero porque esta pureza
se hizo presente,
te quiero por ti y por mí,
por el amor que nos domina.

De raíz y sangre están hechos los poemas,
poemas que sin saberlo
cuentan nuestra historia,
una historia que nadie ve

por el simple hecho de existir.

Pilar Molina.

martes, 28 de abril de 2015

MIENTRAS MUERO

                                          Eduardo Naranjo,"Retrato de viejo anónimo", 1978.



Me golpea hasta tocar los huesos.
El dolor baja como hilo prendido
de vinagre y poesía
haciendo de mí,
un cuerpo roto de excrementos permanentes.

Lloro de orgullo,
mientras es confundido el color verde y azul
de las orugas.
El hombre parece haber muerto
en fórmulas de falso saludo,
¿y quién soy yo?
Me repito mientras muero.

Todavía conservo la vitrina donde agonizo.
Para ganarse el respeto de la muerte
se han de comer buitres a diario.

Apenas conservo tres pares de libros
donde quedan guardados
los continuos pulsos que pudrían nuestro espacio.

Confundiste la flor de almendro
con el moho de las cloacas.

No te lo reprocho encanto,
pues los verdaderos poetas
crecen en la oscuridad del barro,
al menos,

eso es lo que cuentan.


Pilar Molina.